2. El currículum

En el mundo del empleo, lo extravagante y ostentoso es sinónimo de fracaso. 
A la hora de confeccionar nuestro currículum vamos a trabajar codo con codo con la sencillez, la claridad y la coherencia. Tenemos que tener claro que lo que vayamos a poner en él nos va a definir como personas independientemente de la experiencia o los estudios que podamos aportar, apartados como: " objetivos profesionales" o "qué puedo aportar a la empresa" no pueden faltar nunca en nuestro currículum. 
A lo largo de los años he tenido la oportunidad de poder ver muchos currículums... y puedo confirmaros que una mala foto a veces puede dar por terminada la lectura del mismo. Puede parecer injusto y en muchas ocasiones puede que lo sea, pero la imagen es lo primero que debemos cuidar. Recordad: seriedad y sencillez.
Tenemos que saber que nuestro currículum no es el primero ni el único que va a ser leido por el empresario o encargado de recursos humanos de turno, y menos en los tiempos que corren, que se pueden amontonar cientos de ellos. Así que seremos muy explícitos a la hora de configurar cada uno de los apartados de nuestro currículum. Si decimos poco, malo, pero si decimos mucho, puede ser aburrido. Solo lo justo y necesario.



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